martes, 17 de marzo de 2009

Un pequeño pueblo en dos volúmenes


(Este artículo fue escrito por Francisco Comarazamy y publicado en Listín Diario el 14 de enero del 2007)

Hacía años que no leía un libro de tan singular dimensión física como Crónicas de San José de las Matas. Su autor es Piero Espinal Estévez y está concebido en dos gruesos volúmenes, el primero de 606 páginas y el segundo de 579 con una altura de 12 pulgadas por 11 de ancho ambos e ilustrados con fotografías de personajes históricos, casonas y ranchos y paisajes agrestes.
San José de las Matas es una amplia y fértil comunidad municipal de la provincia de Santiago de los Caballeros y por consecuencia de la más extensa región cibaeña. El libro es fruto de un esfuerzo extraordinario, producto de la localización de documentos en legajos notariales, municipales y parroquiales, periódicos de Santiago, revistas de Santo Domingo, así como de datos provenientes de entrevistas a personas vinculadas con el proceso histórico de la susodicha comunidad.
Es decir, una gran variedad de fuentes que le ha permitido al autor reunir, interpretar sucesos que de otra manera no serían conocidos con la amplitud con que han sido dados a conocer con un gran sentido histórico.
La obra está introducida con un brillante exordio por Edwin Espinal Hernández, miembro de la Academia Dominicana de la Historia, periodista investigador y autor ferraz de la indiscutible sensibilidad. Su escrito impacta una clara idea del trabajo que ha realizado el autor.
Y como bien dice la compilación de Piero Espinal “constituye una fuente de primera mano para aquellos que decidan abordar la historia de San José de las Matas con una interpretación crítica, ausente hasta ahora en publicaciones que en el ámbito de la historia se han producido sobre la más antigua demarcación de la provincia de Santiago”.
Procede a la narración un impresionante mapa que da a conocer geográficamente aquella comunidad, como su leyenda, escuelas, iglesias, puentes, cañadas, calles y urbanizaciones en proyecto.
El autor advierte que aunque no existen datos precisos de la fundación de dicho pueblo, se presume que la devastación de la parte norte de la isla, llevada a cabo por aquel célebre gobernador Osorio en los años de 1605 y 1606 fue lo que dio origen a lo que es San José de las Matas.
Durante la anexión el gobierno español baja de categoría a Las Matas, convirtiéndola en Comandancia de Armas, pero después de la Restauración vuelve a adquirir su condición de común o sea de municipio.
El primer volumen contiene 62 capítulos y el segundo 65, para sumar un total de 127 plenos de informaciones reveladoras unas y confirmadas otras en un libro inmenso por su contenido y elaboración. Me recuerda una frase de Tomás de Iriarte que dice “No escriba quien no sepa unir la utilidad con el deleite”.
Pero en la historia de San José de las matas no sólo es riqueza agrícola y lugar para disfrutar vacaciones, como la mayoría de la gente cree, sino que registra sucesos heroicos y martirólogicos que la colocan en el pebetero del más puro patriotismo, tal como la presenta en este libro Piero Espinal Estévez, o si se quiere en su clásico cancionero “lugar de paz, alegría y reposo”... Quien te visita alguna vez/ goza de tu hospitalidad/ y siempre desea volver/ el que deja su pueblo natal”...
Pocas veces uno se topa con un libro de este tipo, el cual hace recordar aquella frase de Gerónimo Gracián, escritor ascético español: “no hay otro saber que el que se halla en los inmortales carácteres de los libros”. O estas otras palabras de Amado Nervo: “Libros, que sois un ala (amor la otra) de las dos que el anhelo necesita/ para llegar a la verdad sin manchas”.

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