¡A lo que hemos tenido que llegar! Nuestro calvario, conocido popularmente como El Cristo, ha tenido que ser encerrado en un cajón de hierro para evitar ser víctima de nuevo de ataques de las lacras sociales que circundan nuestro pueblo.
Hace poco este tradicional elemento nuestro fue atacado y sufrió considerables daños, por lo que tuvo que ser reconstruido de inmediato, gracias a los auspicios de la Cooperativa San José. Pero para prevenir se tuvo que acudir al encerramiento de la estatua.
Mi pueblo ya no es mi pueblo...
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